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Titulos:

Dolor en rodilla; Dolor en la rodilla, Gonalgia

Resumen:

El dolor en la rodilla suele interferir con la marcha, las causas del dolor son multiples, lesiones meniscales, del cartilago, tendones, ligamentos y bursa.

Palabras clave:




Dolor en la rodilla o en las rodillas



Generalidades



La articulación de la rodilla consta de dos partes, la articulación entre la rótula y el fémur (fémoropatelar) y la formada entre el fémur y la tibia (femorotibial). El buen funcionamiento de la rodilla debe cumplir dos premisas, lograr una buena estabilidad en extensión de la rodilla para poder cargar el peso del cuerpo, y lograr un adecuado grado de flexión que permita la andar y correr, además de orientar bien el pie en el suelo.

Las principales causas de dolor de rodilla son:
  • Artritis de rodilla
  • Sd del ligamento colateral medial
  • Bursitis suprarrotuliana
  • Bursitis prerrotuliana
  • Bursitis infrarrotuliana
  • Quiste de Baker de la rodilla
  • Tendinitis de la pata de ganso
  • Artrosis de rodilla
  • Lesiones meniscales


  • En ocasiones coexisten varias de estas causas lo cual puede dificultar el diagnóstico.

    El tratamiento inicial consiste en la utilización de analgésicos y/o AINEs pudiendo ser necesarias en algunos casos la fisioterapia o la infiltración con anestésicos y/o corticoides.

    Artritis de rodilla



    Puede producirse tras un traumatismo, por artritis reumática o por degeneración progresiva (artrosis) siendo esta última la más frecuente de todas ellas.

    Centrándonos en la artrosis vemos que los pacientes suelen quejarse de dolor en la rodilla o en la parte baja del fémur. El inicio del movimiento empeora el dolor que va mejorando con el reposo y con el calor local. Algunos pacientes sufren chasquidos y fricciones en la articulación que le causan molestias. Otro síntoma importante es el deterior de la función de la rodilla que le dificulta actividades de la vida diaria como caminar o subir y bajar escaleras.

    El tratamiento inicial consiste en la utilización de analgésicos y/o AINEs pudiendo ser necesarias en algunos casos la fisioterapia o la infiltración con anestésicos y/o corticoides. En último lugar se puede recurrir a la cirugía, especialmente a la colocación de una prótesis de rodilla que generalmente tiene un buen resultado tanto funcional como aliviando el dolor.

    Síndrome del ligamento colateral medial



    Estos pacientes presentan dolor en la parte interior de la rodilla, mayor al intentar abrir la articulación hacia ese lado (valgo). El dolor empeora con el movimiento y mejora en reposo.

    Suele deberse a un traumatismo sufrido sobre el ligamento colateral medial o por un giro brusco de la rodilla practicando algún deporte como fútbol, esquí o baloncesto.

    A la palpación del ligamento se reproduce el dolor y si la lesión es grave puede verse una hiperlaxitud en valgo o en varo de la rodilla, derrame articular y tumefacción.

    El tratamiento consiste en analgésicos e inmovilización de la rodilla. En lesiones más graves puede ser necesaria la cirugía para reconstruir el ligamento.

    Bursitis Rotuliana



  • Suprarrotuliana: Se produce por traumatismos sobre la rodilla, fracturas de rótula o por trabajos en os que se pasa mucho tiempo arrodillado. El dolor se sitúa en la parte anterior de la rodilla por encima de la rótula. Puede coexistir con una tendinitis cuadricipital. El dolor se reproduce a la flexión pasiva de la rodilla y a la extensión activa.
  • Prerrotuliana: Se localiza en la cara anterior de la rótula por microtraumatismos repetitivos al estar mucho tiempo de rodilla o por un traumatismo directo. Se produce dolor y tumefacción en la cara anterior de la rodilla que dificulta movimientos como subir o bajar escaleras
  • Infrarrotuliana: Se localiza en la cara anterior de la tibia, en la zona de inserción del tendón rotuliano, se produce por un traumatismo directo o por microtraumatismos repetitivos ocasionados por estar mucho tiempo de rodillas. El paciente se queja de más molestias al bajar escaleras y al arrodillarse.


  • En ocasiones no es fácil distinguir un tipo de otro ya que el dolor puede ser más difuso o porque pueden coexistir varias de éstas bursitis

    El tratamiento inicial consiste en AINEs, analgésicos, reposo, frío local y fisioterapia. En el caso de que eso no sea suficiente se puede intentar infiltraciones con corticoides y anestésicos en las bursas correspondientes.

    Quiste de Baker



    Se produce por una acumulación de líquido sinovial en una cavidad quística detrás de la rodilla debido a una producción excesiva de líquido. En ocasiones se desarrolla por una rotura parcial del menisco medial o por una tendinitis de los isquitibiales.

    Los pacientes se quejan de una tumoración en el hueco posterior de la rodilla con sensación de disminución de los movimientos. E más frecuente en pacientes con artritis reumatoide. Movimientos como agacharse o caminar empeoran el dolor mientras que el calor y el reposo lo mejoran.

    Si el quiste se rompe se produce enrojecimiento de la zona, calor y un aumento del dolor en la zona posterior de la rodilla y en la zona alta de la pantorrilla.

    Hay que tener cuidado con no confundirlo con una tromboflebitis ya que el tratamiento es diferente.

    El tratamiento consiste en analgésicos, vendaje compresivo y reposo. Si no mejora puede ser necesaria una serie de infiltraciones e incluso la cirugía.

    Tendinitis de la pata de ganso



    La pata de ganso está formada por los tendones de los músculos sartorio, semitendinoso y grácil en la zona interna de la cara anterior de la rodilla. El cuadro se produce por microtraumatismos o por un traumatismo directo y los pacientes se quejan de dolor en la zona que aumenta al rotar hacia fuera la rodilla y a la flexión. Es frecuente que el paciente presente la zona tumefacta y la acumulación de líquido en la bursa que rodea los tendones.

    El tratamiento consiste en analgésicos y una rodillera para prevenir los traumatismos. El siguiente paso consiste en una infiltración con corticoides y anestésicos locales.

    Artrosis de rodilla



    Este suele ser motivo de dolor en personas de cierta edad, generalmente a partir de los 50 – 60 años. La rodilla consta de 3 articulaciones; La articulación entre el fémur y la tibia (articulación femorotibial) está dividida en 2 compartimentos: compartimento externo e interno, dependiendo de la formación y ejes de la rodilla, la artrosis puede aparecer antes en un compartimento o en otro. Ademas existe la articulación del femur con la rotula, llamada articulación femoropatelar.

    La artrosis que afecta a la articulación femorotibial producirá un dolor mecánico, es decir que aumenta con el uso de la articulación y con la marcha, que podrá ser más intenso en la cara interna o externa dependiendo de cuál de los dos compartimentos este más afectado.

    El dolor en la articulación femoropatelar se manifiesta en la cara anterior de la rodilla y se produce al rozar la rotula con el fémur. Es también un dolor mecánico aunque en este caso se produce característicamente al subir y bajar escaleras, que es cuando la rotula ejerce mayor presión sobre el fémur.

    El tratamiento se podrá realizar con analgésicos y antiinflamatorios así como con medidas que previenen, mejoran la tolerancia y enlentecen la evolución de la artrosis; como la rehabilitación, fisioterapia y adelgazar.

    Lesiones meniscales



    En las rodillas existen 2 meniscos, el interno y el externo, su función es mitigar las cargas que se transmiten a la tibia y permitir un movimiento estable. Las lesiones en los meniscos se producen por traumatismos que a veces son tan banales que el paciente no los recuerda, como pueden ser levantarse desde agachados.

    El dolor deriva de dos situaciones que se dan cuando se rompen los meniscos: en primer lugar una alteración en la transmisión de las cargas así como por la interposición del fragmento roto en el interior de la articulación, este suele ser un dolor mecánico, que aumenta con la marcha y con otras demandas a las que sometemos la rodilla. En fase aguda, es decir en el momento de la rotura, el dolor deriva de una inflamación, derrame o artritis como reacción a la lesión del menisco, en este caso el dolor es de tipo inflamatorio, más continuado y puede exacerbarse con el movimiento de la rodilla.

    Dr Javier Pariente Cazorla


    Licenciado en medicina y cirugia, Residente de traumatologia





    Fecha de Actualizacion:

    01/05/2011

    Bibliografia:

    Atlas de sindromes dolorosos mas frecuentes, Waldman. Editorial Elsevier

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